El 21 de febrero de 2008 durante las obras que se realizaron en la Calle Ancha para la acometida del gas, aparecieron huesos humanos, en concreto fragmentos de dos cráneos y un fémur casi entero.
Los huesos, pertenecen al cementerio de San Mateo. Durante toda la Edad Media y Moderna la gente se enterraba alrededor de las parroquias. Hasta bien entrado el siglo XVIII, no se comenzaron a aplicar en las ciudades medidas higiénicas que incluían la construcción de los camposantos fuera de las mismas. En Cáceres, el primer cementerio de estas características se situó al lado a la ermita del Espíritu Santo, y del mismo actualmente no queda más que el arco que se encuentra a la entrada de la Avenida de la Hispanidad.
Hace más de un siglo, Juan Sanguino se refería a los cementerios parroquiales en sus Notas referentes a Cáceres. Explicaba la ubicación de cada uno de los que se tenía noticia y hablaba también del hallazgo de algún que otro hueso en el transcurso de obras de canalización, como ha sucedido en San Mateo, San Juan y Santiago:
Al hacer excavaciones alrededor de las iglesias parroquiales para la conducción de aguas de las Minas u otras obras se han encontrado los restos humanos de los enterrados allí en otros siglos. Aun en el Potro de Santa Clara, al rebajar el piso para dar más suavidad a la acera que pasa por delante de la portería del convento, se encontraron huesos y alguna moneda, que no llegué a ver.
En algunas piedras de las casas que rodeaban la parroquia se esculpía la palabra Cementerio, como pueden verse aún hoy en variadas abreviaturas. Refiriéndose al de San Mateo, se hallan en la Casa del Sol, esquina a la calle de la Monja, y en la esquina de la casa que lleva los blasones de los Ulloas en la calle Ancha, que hace esquina a la Plazuela, dando su frente a la Parroquia la inscripción, por cierto, poco visible, por la contextura del granito.
Junto a Santa María puede leerse lo mismo, bajo el balcón de esquina de la primitiva casa de los Carvajales, y en la pared de lo que es hoy jardín de la misma casa, frente a la verja de Santa María o del antiguo Convento de Jesús. En esta piedra pocos se habrían fijado, pues está baja, tocando con la acera, y confusa su lectura. Dicen si las tapias en que está, donde se ve que hubo una puerta, y hay una reja, fueron de una casa que algunos señalan con el nombre de Casa Quemada.
Junto a Santiago, en la casa esquina a la calle de Caleros, también se nota la inscripción, aunque blanqueadas; y en San Juan se lee en el mismo muro de la sacristía, en la parte que da hacia la calle de Gallegos en su entrada.
(J. Sanguino Michel, Notas referentes a Cáceres, ed. Norba, 1996 [facsímil del original de 1903-1920], n. n.º 10, pp. 19-20 )
Sobre el cementerio de San Mateo, todavía hoy puede distinguirse una de las abreviaturas de las que nos habla Sanguino, inscrita sobre un sillar en la esquina de la Casa del Sol.
Hola J.L.! Como siempre, es muy grato entrar en tu blog y descubrir cosas nuevas sobre Cáceres, detalles que desconocía. Muchas gracias por compartir la información! Ayer leí esta entrada con prisas, y no pude apuntar los sitios señalados por Juan Sanguino donde aparecían grabadas las inscripciones que aludían a los antiguos cementerios, pero como esta tarde quise salir a pasear, me di una vuelta y encontré dos que recordaba con exactitud. El de la Casa del Sol se ve perfectamente, justo en la esquina, bajo la placa de metacrilato. El otro que vi está en la iglesia de San Juan, en la esquina derecha del muro trasero de la iglesia que hace esquina entre la corredera y la plaza del Doctor Durán, donde la acera es más estrecha. El que se menciona en el solar de los Ulloa, creo haberlo visto, porque en uno de los sillares aparece una especie de "C", pero como no estaba seguro del sitio no me fijé bien, así que lo dejaré pendiente para otro día, al igual que los demás. Ya te contaré. Un saludo!
ResponderEliminarHola J.L.! Me he vuelto a dar una vuelta por la parte antigua, a ver si veía las inscripciones que aparecen en el Palacio de Carvajal referentes al antiguo cementerio de Sta. María, pero no he dado con ellas. Sin embargo, entré en la concatedral, y pude observar los restos que quedan de este cementerio, que se extendía junto al muro exterior del lado de la epístola, en lo que hoy es la capilla del Sagrario. Allí podrás ver, donde está ubicada la pila bautismal, un par de arcos apuntados con una placa debajo de cada uno, así como el escudo de los Yanez. Al parecer, se trata de enterramientos datados a comienzos del siglo XIV, por lo que podríamos estar no sólo ante las únicas tumbas de este cementerio que se conservan, sino además ante las más antiguas después de la reconquista de la ciudad. Merece la pena echar un vistazo.
ResponderEliminarPor cierto: ya que menciono el Palacio de Carvajal, dejé una nueva entrada en mi blog sobre la Torre Redonda de esta casa nobiliaria. Espero que te guste.
Un saludo!