"No hay ninguna ciudad con tantos aljibes como Cáceres. Conozco Toledo, conozco Ávila, conozco Salamanca y no hay ninguna con tantos aljibes. Hay ciudades que igual tiene una calle o un antiguo barrio que tienen aljibes, pero como Cáceres no hay ninguna", asegura Alonso Corrales Gaitán, investigador cacereño autor de un libro sobre las construcciones ocultas de Cáceres.
Esta ciudad durante siglos sólo tuvo como único lugar de abastecimiento de agua el arroyo del Marco, fue con los musulmanes cuando se dotó a las casas y palacios de aljibes con los que se almacenaba agua, se ganó entonces en comodidad (al no tener que trasladarse para conseguir agua), y en seguridad ante los asedios.
El más conocido es el aljibe del museo de Cáceres, ubicado en lo que había sido el alcázar almohade. Fechado entre los siglos XI y XII, del agua se alzan 12 columnas, dividiendo el espacio en cinco naves. Se uso para abastecerse de agua hasta el siglo XIX.
La Ciudad Monumental tiene otro gran aljibe, en la Plaza de San Jorge en el que algunos han podido ver en él hasta una barca. Este aljibe podrá visitarse dentro de un año, cuando la Iglesia de la Preciosa Sangre se convierta en museo, con un centro de interpretación de la Semana Santa.
Antes se podrá ver el aljibe que se ha descubierto recientemente en la Torre de los Pozos. El aljibe o cisterna medieval se pudo recuperar como consecuencia del descubrimiento de un yacimiento arqueológico, cuando se estaban haciendo las obras de reforma de la calle Mira al Río. La Torre de los Pozos, cuyo nombre ya es bastante significativo, se levantó en el siglo XII. Su cometido principal era asegurar el abastecimiento de agua a la ciudad . Se protegía desde allí el acceso al arroyo del Marco, y se sacaba el agua que había en la cisterna ahora descubierta. La Torre de los Pozos acogerá el centro de interpretación de la cultura judía, se espera que se abra al público dentro de poco.
Los pequeños o grandes aljibes se suceden en la mayoría de las casas y palacios de la Ciudad Monumental. La gente puede ver, por ejemplo el de la casa Museo árabe Yussuf Al Burch. Tiene una cisterna de unos cuatro metros de profundidad de donde se saca un agua cristalina. La extracción del agua es una atracción que llama la atención a los visitantes.
Hay zonas en las que se adivinan aljibes, como en el callejón que comunica la plaza de Caldereros, en la que está el Rectorado, con la cuesta de Aldana. Al pasar entre las casas los pasos retumban y al hablar hay eco.
También hay aljibes fuera de la Ciudad Monumental. A finales del mes de abril se inaugurará el hotel Casa Don Fernando, construido en la Plaza Mayor, en la antigua casa de Fernando Valhondo Calaff. Al hacer las obras se encontraron con tres aljibes, uno de ellos de cuatro metros de profundidad y tres metros de ancho, que se llena cada 2 ó 3 días. Este aljibe se va a poder ver.
Corrales recuerda que en la zona de Pizarro al hacer una obra para cambiar el suelo, se hizo un agujero y se vio otro suelo a tres metros de distancia: era otro de los mil y un aljibes de Cáceres.
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