miércoles, enero 19, 2011

El Cementerio: desde el siglo XVIII a nuestros días

El cementerio, construido en el último tercio del siglo XIX, cuenta en su interior con "interesantes" panteones desde el punto de vista arquitectónico, según indica el historiador cacereño Francisco Acedo. Entre esos panteones destaca el de los Valhondo, cúbico y de cantería, y otros de gran riqueza como el de los Berjano, los Castroserna, el de los condes de Canilleros, el de los Higuero, los Gutiérrez o el de los marqueses de Camarena.

Pero además, el camposanto cacereño conserva en la entrada restos que se trajeron del cementerio del Espíritu Santo, levantado en el XVIII y que estaba entre los juzgados actuales y la Huerta del Conde. Este fue el primer cementerio de Cáceres que no estaba al lado de un templo religioso. Frente a la Huerta del Conde se levanta un arco, último y único testimonio del Cementerio del Espíritu Santo, que se enclavaba sobre la actual Avenida de la Hispanidad. El único que tuvo Cáceres desde la desaparición de los cementerios parroquiales, conventuales y hospitalarios hasta la creación del actual cementerio. Este arco, de ladrillo, mampuesto y mortero, de notables dimensiones, presenta un vano de medio punto y frontón coronado por remates ornamentales esféricos y ovoides. Posee un cerramiento que bien merecería ser arrancado.

Arco del antiguo cementerio del Espíritu Santo


En aquellos años acababa de ser desamortizado el Convento de la Concepción, situado en la plaza que hoy lleva el mismo nombre. El edificio amenazaba ruina y finalmente fue demolido, pero antes se rescataron algunos elementos arquitectónicos, que precisamente fueron llevados al recién inaugurado cementerio municipal. Fue el caso del sepulcro de Juan Durán de Figueroa y su mujer, Isabel Baca, que en 1604 habían sido los fundadores del citado convento. Éstos fueron los primeros inquilinos del flamante cementerio, por entonces dependiente de la Diputación Provincial.

Sepulcro de Don Juan Durán de Figueroa
y su mujer Isabel Baca

A ello hay que añadir la riqueza de su capilla, "hecha con los restos del convento de la Concepción, que se levantaba en la plaza del mismo nombre", apunta Acedo. En su interior se conserva una Virgen pétrea, que fue mandada a hacer por el obispo García de Velunza y que en principio iba a ser colocada en el Arco de la Estrella, pero que dadas sus dimensiones tuvo que llevarse al San Francisco hasta que acabó en el lugar que ocupa en la actualidad.

Virgen de la Estrella

El  Cementerio de Cáceres fue primero propiedad de la diputación, aunque en los años 20-30 pasó a depender directamente del ayuntamiento. De él también destacan el monolito dedicado a los militares de uno y otro bando que murieron en la guerra civil (aparecen sus nombres por orden alfabético) así como la tumba del comisario de Tierra Santa.

Sigue el blog en...
     

5 comentarios:

  1. Hola José Luis! Muy interesante entrada. Conozco desde pequeño, porque vivía cerca, el arco de la Avda. Hispanidad, y siempre pensé que era de una antigua finca, porque antes de construir el Palacio de Justicia formaba parte de un muro, y las huertas eran comunes por esa zona. Siempre se aprende algo nuevo! Un saludo!

    ResponderEliminar
  2. Hola, la verdad es que yo tampoco lo sabía y siempre he pensado como tú, que sería la entrada a alguna finca, pero buscando información por Internet encontré artículos interesantes de alguna página y del Periódico Extremadura que me lo mostraron como lo que es, la antigua puerta del Cementerio; y ahora que lo pienso tiene más sentido que ser la puerta de una huerta, ya que sería una puerta un tanto majestuosa si estuviera bien arreglada y conservada. Se la podían haber llevado al cementerio nuevo,por que la entrada no es que sea precisamente bonita. Un saludo

    ResponderEliminar
  3. Hola J.L.! Esta tarde aproveché el paseo y entré en el cementerio municipal, y como tenía tiempo me dispuse, además de honrar a mis difuntos, a visitar los patios antiguos, descubriendo algunos detalles que no conocía. Además de leer en múltiples lápidas que allí yacen condes, vizcondes, diputados, presbíteros o tenientes, entre otros, descubrí dos cosas nuevas para mí, no extrañándome una, pero sí la otra. En el patio nº2, en una de sus esquinas, se encuentra lo que parece un aljibe. Digo que no me extrañó, porque también en otros patios hay pozos, y de algún sitio sacarían el agua en esa zona hasta la llegada del agua corriente. Posiblemente recoge el agua de las colinas traseras del antiguo cuartel, pues está justo en ese muro. Lo que sí me sorprendió fue una especie de lápida, que se encuentra en una esquina del patio 1, que no parece guardar en su interior cadáver alguno, pues está más elevada que las demás, es de dimensiones más grandes, y está colocada justo de esquina, entre los dos muros, y de manera diagonal. Coronada por un frontón, lleva inscrita una oración en latín: Beati mortui qui in domino moriuntur. Y a continuación señala el libro del que se extrajo: Apocalipsis, capítulo 14, versículo 13. Consultado el mismo, el versículo dice: Bienaventurados los muertos que mueren en el Señor. Desconozco el origen de esta placa, pero es posible que tampoco sea original de este cementerio, sino del antiguo. Una vez más, siempre hay algún detalle nuevo por descubrir en nuestra ciudad. Un saludo!

    ResponderEliminar
  4. Hola Samuel!!Pues muy interesante lo que me cuentas, el aljibe o deposito de agua es normal para recoger el agua y cubrir la falta de ella como comentas, pero si que es curioso lo que cuentas de la inscripción en latín se me ocurre que puede ser una bendición, bienaventuranza, o algo por el estilo que de a entender que los restos de los que allí yacen están al lado de Dios.

    ResponderEliminar
  5. Hola J.L.! Efectivamente en la foto que me indicas aparece la lápida que te comentaba. Como bien dices, era muy habitual en cementerios y panteones dedicar placas con palabras de fe frente a la muerte, como ocurre en ésta, y en otras ocasiones hablando de la muerte y del fin de la vida como algo irremediable, una reflexión sobre la existencia y lo fatuo de los placeres del mundo.
    En cuanto a la supuesta linde, opino igual que tú, o al menos, y si existían más en la zona parecidas, lleva a pensar en que estamos frente a una marca que señalaba la pertenencia del territorio a una determinada familia. También es posible que señalara un camino, al igual que hoy en día se marcan las vías pecuarias con pequeños mojones de granito y las letras VP. En ese caso el escudo podría ser otro, aunque a primera vista mantiene mucho parecido con el de los Carvajal. Existe una calle en la Mejostilla con el nombre de Cordel de Merinas, por lo que es posible que por la zona hubiera un antiguo camino ganadero. De todos modos lo desconozco, y efectivamente, a primera vista parece más la linde de unos terrenos. Por cierto, a mí también me entrarían ganas de llevármelo, sobre todo sabiendo que antes o después va a desaparecer. Lo malo es que es grandecita y pesada...
    En cuanto a tu pregunta sobre los restos romanos encontrados en la zona del Seminario, he oído hablar de ellos. De hecho, se cree, por la abundancia de vestigios, que posiblemente fuese en esa zona donde se ubicara Castra Servilia. Recordemos que se conoce la existencia de tres asentamientos: Castra Caecilia, Castra Servilia y Norba Caesarina. Sin embargo sólo hay dos yacimientos, que son Cáceres el Viejo, y el casco histórico. Se habla mucho sobre ello, y hay muchas teorías, pero la que tiene más peso es la que dice que en esa zona es donde estaba uno de los Castra, en Cáceres el Viejo el otro, y Norba sería la colonia que se levantó en el barrio monumental, y a la que se anexionaron los otros Castra. Una entrada sobre ese yacimiento estaría estupenda!
    Un saludo!

    ResponderEliminar