miércoles, marzo 17, 2010

Ermitas desaparecidas


Ermita de San Lázaro
Ermita de San Lorenzo
Ermita de Santo Domingo Soriano
Ermita de San Vito
Ermita de Santa Catalina
Ermita de San Benito
Ermita de San Salvador
Ermita de San Ildefonso
Ermita del Humilladero
Ermita de San Bartolomé
Ermita de San Jorge
Ermita de San Antón o San Antonio Abad
Ermita de Santo Toribio de Liébana
Ermita-Capilla de la cruz
Ermita de San Luis Rey de Francia
Ermita de San Marcos
Ermita de San Antonio el viejo





Ermita de San Lázaro

Pocos datos han llegado hasta nuestros días de esta construcción religiosa. Se levanta a finales del siglo XVI principios del XVII, se encontraba a finales de la Calle Villalobos. No obstante, el insigne investigador local Publio Hurtado Pérez, en su obra “Ayuntamiento y familias cacerenses”, dice que se llama Ermita de San Lázaro, a la existente en la Alberca y perteneciente a la Parroquia de Santiago. Existía a mediados del siglo XVII, pero es definitivamente abandonada en el año l695, ante la incomodidad que suponía el tener que desplazarse hasta allí, tanto el clero como los numerosos devotos para celebrar su fiesta el día l0 de Agosto.

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Ermita de San Lorenzo

Según Martínez Quesada esta ermita se levantó o al menos existía ya en el siglo XV, situándolo en las Tenerías bajo la denominada advocación.
Simón Benito Boxoyo y Publio Hurtado Pérez nos han dejado los siguientes datos:

“Al sitio de las tenerías, en la ribera, hubo un convento de monjas, bajo la advocación de San Lorenzo, ya existía en 1489. En el siglo XVI aún existía pero desapareció poco después”.

Hasta el siglo actual llegaron algunos elementos arquitectónicos en los muros de las proximidades así como en las viviendas. Gracias a los trabajos de investigación de

D. Tomás Pulido Pulido tenemos los datos que siguen:

“Ante Pedro López, el 20 de Abril de 1589, Pascual García, otorga un poder en causa propia y el otorgante comparece como: ermitaño de San Lorenzo”

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Ermita de Santo Domingo Soriano

Esta es una de esas construcciones de las que poco ha llegado hasta nuestros días, por no decir que prácticamente nada. Los datos que nos parecen más serios al respecto corresponden a Publio Hurtado y dicen lo siguiente:

“Fueron los más directos promotores de la edificación de dicha ermita, Francisco Sánchez y su hija, Inés Sánchez, mujer esta de Juan Cervigón, los cuales donaron a la hermandad, ya constituida en el siglo XIV, según escritura pública de fecha 20 de Octubre de 1486, un alcacer que era de su propiedad situado en el denominado Camino Llano, lugar donde se edificó Santo Domingo Soriano, ello junto a un pequeño regato que llegaba hasta la Fuente Nueva.”


Según parece en el año 1512 ya estaba la ermita abierta al culto, pero no quiere decir que gozase de gran popularidad entre el vecindario, y por ello recibiese mucha ayuda económica. La fiesta era el 20 de Diciembre. Cada año que pasaba iba a menos la celebración así como la presencia de vecinos. Lo que ocasionó que la hermandad desapareciese totalmente.
A la vista de todos estos tristes acontecimientos. El Obispo de por entonces de la Diócesis de Coria, Don Miguel Pérez de Lara, dictó auto en 11 de Agosto de 1708, agregando la cofradía a la fábrica de la parroquia de San Mateo, imponiendo a esta la obligación de levantar sus cargas y a la vez que mandaba demoler completamente la mencionada ermita colocándose en dicho lugar una gran cruz de cantería, para perpetua memoria de haber sido aquel lugar sagrado.
Hasta aquí todos los datos que quedaron escritos para futuras generaciones, a partir de esto, muchos fueron los investigadores locales que trataron de localizar el lugar exacto donde antiguamente se levantó tan peculiar ermita cacerense. También aquí continua sus investigaciones el propio Publio, quien no dudó para ello de investigar a no pocas personas que por aquel entonces vivían en la calleja Clavellinas, ello hasta dar con la pista apropiada.
Hoy gracias a ello, podemos afirmar que se encontraba la Ermita de Santo Domingo Soriano en lo que es el propio número uno de la mencionada calle, allí mismo donde a finales del siglo XVIII principios del XIX existía un horno de cocer pan, propiedad del industrial Vicente Marrón, casado con una descendiente de aquellos Cervigones que donaron el terreno para la construcción de la ermita. Curiosamente en tiempos ya más próximos a nuestros días, allí también hubo otro tipo de horno, el que pertenecía a una empresa también familiar y dedicada a la elaboración de pasteles y dulces, la conocida Lyria. Ya en los años setenta, del presente siglo, toda aquella zona fue totalmente transformada por distintas edificaciones. Dando el caso curioso de la aparición de distintos elementos arquitectónicos que dieron la pista sobre aquella antigua ermita.

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Ermita de San Vito

Un reducido santuario situado junto al puente Vadillo,

sobre un pequeño cerro, que después se instalo allí el matadero. Su Hermandad contaba con muy pocos recursos, las ordenanzas fueron aprobadas por el Prelado en 1652.

Levantada en el siglo XVI, por varias fuentes documentales conocemos que se dio un pleito entre Francisco Martín Paniagua, cantero y el mayordomo de la Cofradía de Santo Vito por el pago de la hechura de una capilla en la ermita.

“Tres títulos de propiedad de una hacera de 10 fanegas de tierra al sitio de la ermita de Santo Vito propiedad de la Capellanía del

Lic. Juan de Paniagua”. (Archivo Parroquial de San Mateo. Leg.l. capellanías, nº 6. 12 de Marzo de 1528).


La última sesión general que allí se celebró fue el 16 de Junio de 1820.
Desgraciadamente todo el entorno de esta popular ermita, ha estado vinculado desde hace varios siglos a la miseria y a continuas enfermedades, ello facilitado por los inoportunos enfrentamientos bélicos en esta zona, así como la desaparición de distintos centros en la ciudad, dedicados exclusivamente a acoger a pobres transeúntes.

Hay que destacar el enorme esfuerzo que realizaron nuestras autoridades municipales bajo la dirección del Alcalde Antonio Canales, para poder poner un poco de orden en la ermita y sus alrededores. Pero esto duraría poco tiempo, ya que nuevamente la suciedad y el vicio de todo tipo se precipitaría sobre San Vito, así hasta llegar a nuestros días al convertirse en un peligroso foco de venta y consumo de droga, ello hasta hace pocos años. Debemos mencionar entre las muchas personas que en todo tiempo han invertido gran parte de su tiempo en dar una nueva vida a San Vito, al conocidísimo sacerdote y hombre amante de todo lo cacereño, Don José Reviriego Pedrazo, Párroco de la próxima San Blas.

Estos son a grosso modo los datos que hemos podido obtener de muy distintas publicaciones, no obstante, en su día apareció una obra referente exclusivamente a esta construcción, y realizada en el año 1993 por D. Serafín Martín Nieto, en la cual aparecen numerosísimos datos al respecto.

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Ermita de Santa Catalina

“Se encontraba frente al Convento de Santa María de Jesús, ya existía en el año 1411, datando sus primeras ordenanzas de 1449. Por una cédula real de 1515 se dio esta ermita a dicho Convento, para que lo incluyera en él, y fue tal la discordia que se produjo entre las monjas, cofrades,caballeros, pecheros, autoridades y articulares, y tan ruidosos los pleitos que se promovieron, que el escándalo llegó a conocimiento del Papa, quien en el propio año envió al Obispo de Coria una Bula contradiciendo la Cédula Real, que al cabo quedó ineficaz, a cuyo éxito contribuyó con su tesón el Mayordomo de la Cofradía Pedro González Perayle, sosteniendo los fueros independientes de la hermandad. Vendida la ermita como bien nacional, trasladose la efigie de la mártir a la vecina parroquia (Santa María La Mayor)”. (Por Publio Hurtado Pérez). Esta ermita aguantó en dicho lugar hasta el siglo XIX.


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Ermita de San Benito

Fue construida en el siglo XVI en el lugar que en la actualidad ocupa la Ermita de la Paz. Allí permaneció hasta el siglo XVIII. Como consecuencia de la existencia de esta ermita, es por lo que se nombra a aquel portal de San Benito. En 1720 en el mismo espacio es levantada la Ermita de la Paz, al encontrarse aquella en completa ruina, pasando el patrimonio que le queda así como la propia imagen al Convento de San Pedro, sito en la calle de su mismo nombre (hoy desaparecido).

“En este Ayuntamiento se acordó que por cuanto la ermita del Señor San Benito está cayda y que se trata se reedifique por el Licenciado Don Juan Cantero, vicario de esta villa y pide a esta villa ayuda de costa para ella y por ser una cosa tan antigua...”. Según datos de Tomás Pulido Pulido, hemos conocido lo siguiente:

“Reunido el cabildo de la Cofradía del Señor San Benito en su iglesia, en la plaza, el 20 de Agosto de 1610, ante el escribano público, Diego Martín Pulido, por no haber al presente escribano de la cofradía, el mayordomo dijo que Pedro Delgado, escribano que fue del Ayuntamiento y de la dicha hermandad, era difunto por lo que la cofradía tenía necesidad de escribano y siendo cofrades Francisco de Tovar Velázquez, escribano del Ayuntamiento, Benito Sánchez Magdaleno, Pedro Pérez de Osma y yo, Diego Martín Pulido. A continuación, nominalmente, fueron votando los demás hermanos. Surgen cuestiones por este nombramiento y por otros motivos como el de la petición por parte de Pedro González, de la llave del cepo y de la troxe de la cofradía que está en la iglesia que el santo tienen en el campo”.

Hubo otra ermita del mismo título de San Benito, junto a lo que en la actualidad es la Real Audiencia de Cáceres.

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Ermita de San Salvador

“Pequeño templo sito también en la Plaza Mayor en el área de la segunda casa, partiendo en dirección E. De la Torre de Bujaco. Durante los siglos XV y XVI tuvieron lugar algunos actos oficiales del Municipio y las autoridades”. (Publio Hurtado).

No parecen ponerse muy de acuerdo los distintos investigadores referente a la fundación-realización de esta ermita, mientras que unos indican que se levanta en el siglo XV, otros por el contrario afirman que fue en el XVI. Particularmente, y a la vista de las distintas informaciones soy de la opinión que lo cierto es en el siglo XV.

“Leonor Cigales y otro vende a Sancho de Paredes Golfín un censo s/casa plaza linde con la Iglesia del Señor San Salvador y con la Torre Nueva, por detrás los muros y cerca. Pablo González, 10 de Junio 1570”. (Tomás Pulido Pulido. Mas Inédito).En la actualidad no se conserva a la vista ningún elemento que quede como testigo de aquella edificación. No obstante, hace algunos años en los trabajos de acondicionamiento de aquella zona salieron cimientos de distinta índole, así como restos humanos.

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Ermita de San Ildefonso

Situada entre la Ermita de las Candelas o de la Consolación y el Convento de San Francisco El Real hoy Complejo Cultural, tenía un solo altar y una imagen muy pobre del Santo Obispo toledano, pero como no le dejaron bienes algunos para mantener los cultos, tuvieron que hacerse cargo de ella los franciscanos, utilizando la ermita para realizar los ejercicios espirituales. Se construye en el siglo XVI y desaparece en el s. XIX. Por su proximidad con la Ermita de las Candelas así como con la Parroquia de San Mateo, en distintas épocas y por muy distintos motivos fue utilizada la Ermita de San Ildefonso para guardar varias imágenes de nuestras cofradías penitenciales.


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Ermita del Humilladero

Estaba situada junto al Puente de San Francisco, a las afueras del barrio monumental de Cáceres, entre la Ermita de San Ildefonso y el Convento de San Francisco el Real. Según Publio Hurtado fue construida en el siglo XIV, mientras que para Tomás Pulido lo es de tiempos posteriores.Era propiedad de la Cofradía de la Vera Cruz, y durante muchos años partió de ella la procesión de sangre del Jueves Santo de la Vera Cruz.Fue totalmente reconstruida en el siglo XVI.Tenía dos altares, el más importante el del Cristo, donde por oír misa determinadosdías, se ganaban 1500 Indulgencias, y el otro era el altar de una Virgen de vestir, de gran antigüedad y devoción entre los cacereños de aquel entonces, conocida como Ntra. Sra. del Mayor Dolor, fechada entre los siglos XV-XVI y de escuela castellana, en la actualidad se encuentra fuera de nuestra ciudad. El 3 de Mayo de 1900 el cura párroco de San Mateo, con autorización episcopal, vendió la ermita a un industrial local. Allí se levantó una fábrica de harina, la cual permaneció hasta el año 1986 en que fue derribada y construidas en el mismo espacio unas viviendas, las cuales han llegado hasta nuestros días.

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Ermita de San Bartolomé

En lo referente a esta advocación nos hemos encontrado con la mención a distintas ermitas de San Bartolomé y también distantes en la propia ubicación dentro de la ciudad.
A) Una ermita con este título se encontraba en el lugar en que posteriormente se levantó el Convento de Santo Domingo de Guzmán, hoy conocido como Santo Domingo y puesto al cuidado de los religiosos franciscanos. Dicha ermita fue levantada en el siglo XV.

B) La otra referencia es la de una ermita de San Bartolomé que existía en la calle Peña, separada por una única casa de la Ermita de San Antonio el Viejo. Existió durante el siglo XV y gran parte del XVI, estaba bajo el cuidado y devoción del gremio de los zapateros, quienes fundaron la correspondiente cofradía. En el mismo siglo XVI es demolida la ermita.

C) Curiosamente nos hemos encontrado con una tercera mención a esta advocación aquí en nuestra ciudad y hace referencia a la ermita de San Bartolomé y Santa Gertrudis, al final de la calle Barrio Nuevo, cerca de las de los mártires. Levantada muy posiblemente en el siglo XVI. Tenemos distintas noticias al respecto de Publio Hurtado así como de Juan Sanguino Michel entre otros. “El 22 de Agosto de 1671 se bendijo la ermita de San Bartolomé, por haberse caído y D. Juan de Carvajal y Sande fue quien la mandó reedificar”. En la actualidad pertenece a las Hermanas Concepcionistas y es prácticamente imposible el poder hacernos una idea clara de como era en sus remotos orígenes.

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Ermita de San Jorge

Como ya sabe el lector, este es el patrón de nuestra ciudad y por ello nos sorprende que en la actualidad no se conserve ninguna ermita de este título, si hay media docena de representaciones más o menos acertada o histórica de dicho santo, pero no ocurre lo mismo con alguna ermita de San Jorge.
A este respecto existen varias informaciones, eso si, ninguna contradictoria, por lo que es posible que todas ellas sean ciertas, al menos nosotros no hemos encontrado

indicio alguno para poder afirmar otra cosa.
“Proponiendo se acepte la idea de la Presidencia de que se conserve como recuerdo histórico, la casa llamada de San Jorge en Mira al Río donde se dijo la primera misa en la reconquista de Cáceres, para lo cual debe en primer lugar rescindirse el contrato de arrendamiento de esa finca, realizar en ella las obras necesarias, colocar un altar con una imagen de San Jorge, Patrón de la ciudad, y en sitio conveniente una lápida que recuerde el hecho histórico, cuya redacción deberá encomendarse a la Comisión de Monumentos, diciéndose la primera misa en esa capilla el día 23 de Abril de cada año, debiéndose inaugurar en ese día en el año actual”.
Libro Borrador de Actas. Día 13 de Marzo de 1924.

La otra posibilidad es la que se refiere a la capilla dedicada al santo y existente en la antigua casa consistorial, situada entre las Torres del Horno y de la Hierba. Dicha capilla fue construida en el año 1617 para sustituir a otra anterior ya perdida. Presentamos aquí los distintos datos para que el lector los conozca, particularmente opinamos que muy bien pudieron existir ambas construcciones ya que son distintas en el tiempo.
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Ermita de San Antón o San Antonio Abad

Fue levantada a principios del siglo XVI, en la calle de su mismo nombre (hoy aún se conserva el mismo), y su fiesta se realizaba la tarde del 16 de Enero.El origen de la construcción de esta ermita no está muy claro aunque personalmente opto por el que han apuntado algunos investigadores tales como Publio Hurtado Pérez, es decir, que junto a las otras seis ermitas construidas por aquella lejana época, fueron la penitencia impuesta por el Papa a un miembro de la familia Carvajal, ello como consecuencia de haberse traído de manera nada ortodoxa un fragmento del Lignum Crucis a Cáceres, motivo de la penitencia. Hay sin embaro, personas que no están de acuerdo con este origen de San Antón. En el siglo XVIII se le realizaría una profunda obra de restauración y arreglo. Es en el siglo XIX cuando dado su lamentable estado de conservación, cuando se decide su derribo. Todas sus pertenencias, incluida la propia imagen del santo pasaron a la Iglesia de San Juan.

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Ermita de Santo Toribio de Liébana


Según datos que nos ha dejado escritos Publio Hurtado, esta ermita o al menos con dicha advocación existía en el siglo XIII-XIV en el heredamiento de Pontefuera, se celebraba cada 16 de Abril su romería y su festividad, la cual duró al menos hasta el año 1632. Luego atraviesa por muy distintas épocas. En la actualidad es una pequeña ermita de propiedad privada.


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Ermita-Capilla de la cruz

Era una pequeña ermita a la que se dio este nombre cuando se abrió en el siglo XV al culto cristiano católico, con anterioridad había sido sinagoga judía. Erigida en la Calle de la Cruz, poseía como símbolo más destacado una gran cruz de madera. Desde hace varios siglos es una sencilla dependencia del Palacio de la Isla. Coinciden varios investigadores en afirmar que sus proporciones no eran muy grandes.


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Ermita de San Luis Rey de Francia

Según datos de D. Tomás Pulido Pulido una ermita o al menos una capilla bajo este título existió en la Cuesta de la Compañía, aunque nosotros conocemos que la Cofradía de San Luis Rey de Francia llevó una dilatada existencia entre las Parroquias de Santiago y Santa María la Mayor, estos datos de la existencia de una capilla o ermita la colocan cerca del propio Colegio de la Compañía.

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Ermita de San Marcos


Titulada San Marco “el viejo”, se levantaba próxima a la Torre de los Pozos, cerca de la Rivera. Según la tradición popular fue el lugar donde se dijo la primera misa en Cáceres ya reconquistada, esto ocurría el 25 de Abril de 1229, por ello su título. Fue el maestro Francisco Encinares, en el año 1722, el contratado para realizar una profunda obra de consolidación en todo el edificio, dado su precario estado. Al igual que otras tantas construcciones religiosas de nuestra ciudad, pasó por muy distintas etapas. Hasta que ya en el actual siglo, año 1964, encontrándose en muy mal estado fue derribada, desapareciendo así distintos elementos de origen romano que formaban parte de su originaria fábrica. Destacar que las dimensiones de esta ermita eran realmente reducidas.

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Ermita de San Antonio el viejo

También titulado San Antonio de los Vaqueros, estaba situada en la cacereñísima calle de Juan Peña, hoy se encuentra en dicha calle la Real Audiencia de Extremadura.

Esta construcción fue de esas que han pasado con muy poca historia a sus espaldas, ello a pesar de contar incluso con su correspondiente cofradía. Si seguimos al pie de la letra, los datos que los investigadores que nos han precedido obtuvieron en su día, resulta que esta ermita se levanta entre finales del siglo XV y principios del XVI, para desaparecer bajo la piqueta en el mismo siglo XVI. Es el Obispo Galarza en el año 1583 quien autoriza la incorporación de la propia cofradía a la Soledad. Poco más podemos agregar a estos breves datos.

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Fuente:
http://www.camaracaceres.es/actividades/publicaciones/libros/completos/59.pdf


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